¿De quién será la culpa,
De mi horrible cuerpo mal esculpido? ¿A quién echaré yo la culpa, Por tan pesada pena, Que siempre me ha perseguido? Mil y quinientas veces, He sido apuñalado. Sin explicarme el porqué, De mí todos se han reído, Siendo yo tan humano, Y tan animal como ellos. Sé que traigo algo diferente, En mi se encuentra lo que no gusta, Por ello me rechaza la gente. Por mi aspecto muchos se asustan. ¿Realmente debo soportar esa pena? ¿Aceptar que soy raro, así sin más? ¿Que el Misericordioso Todopoderoso, Me impuso sin piedad esta condena? Por un pecado que no sé cuándo cometí. ¿Será la gente inculta? ¿Será que este pueblo es de mente cerrada? Pues yo, aun siendo diferente, Soy igual en emociones, Igual que ellos ante el dolor y la alegría. Yo no lloraré otra vez, Por mis piernas torcidas, No por mi horrible rostro mal esculpido, No lamentaré por mi dolor otra vez, Sino por esta sociedad perdida. ¿Cuánto importa mi cuerpo, Porqué detenerse en mi imagen, Si mi mente es el progreso, si solo cuentan mi voluntad e intención? ¿Cómo justificáis este sufrimiento? ¿Dios conmigo fue injusto, O es que este pueblo es inculto? JMEA
0 Comentarios
Deja una respuesta. |
Cristian Eteo B."¡Vuestra pluma nos hará libres!" Archivos
Mayo 2020
PoesíaNarrativa |