Diez aventuras ayer viví, dignas de un campeador 
Siendo avatar de mil historias, espadachín del rey del bien. 
Soldado fiel de mi señor, a sabiendas de su bondad al peligro me aventuré .
Espada en funda, corazón en mano, 
doncella en la mazmorra ,
Sin miedo alguno, firme cual manzano. 
Arde el fuego de dragones, olor a carne quemada.
Un hombre ha caído, se esfumó entre las llamas ,
otro hombre se ensartó, asimismo la espada, 
qué juego, el de los dragones y las mazmorras,
Premio de consolación, una supuesta doncella. 

Alfredo Junior Rieba Abe 
#poesia libre

Dicha sea la verdad, del hombre de piel blanca 
sin duda de muerte repentina, sin miedo y sin descanso eterno. 
Sea el tiempo un buen carcelero, sus grilletes la inmortalidad sin vida infinita, 
espacio no habrá cuando la muerte luche contra la vida,
ordas de huesos sin humanidad alguna
entonces sin demora vendrá, el frío invierno a la casa austera. 
Se acercan los muertos, que griten los vivos 
maten a sus señores y empaquen a sus hijos. 
Se acerca la larga noche, con un suave cántico fúnebre. 
Una canción de hielo y fuego 

Alfredo Junior Rieba Abe 

Santos rumores oí una vez, 
Un hombre de negro y de buen porte tal vez, 
Seducido por las sombras 
Tedioso personaje creado por el que fue, 
Jóvenes lo temen con pasión .
Jovencitas pechugonas acuden a su canción, 
Historias una vez oí, del Wach man de la esquina, 
Cazador de presas fáciles, máximo 
eslabón de la cadena alimenticia. 
Aquel que no sale cuando hace día, 
es cliente VIP en el sótano de éste putrefacto mundo, 
Una vez oí historias 
Sobre un mendigo en camaremy, 
Lacayo de su creador, que nos guía como Salvador y padre .
¡Que lloren las calles de sangre!
Que griten sus neófitos de dolor, ante el que del tiempo hace sorna, 
Que caminen los humanos con estacas y plata, 
En cuanto el sol se duerme
El vampiro de camaremy aguarda. 

Alfredo Junior Rieba Abe.