Desde un sexto miré,
en mi último suspiro Por superar la seducción del sueño, Malabo alumbrada con ochenta vatios. A lo lejos altos edificios, De día chapuzas, Ahora imponentes patios, Malabo se veía hermosa Vestida de negro. La luna en lo alto brillaba, Mas su luz no alumbraba, Las bombillas la eclipsaban, De lejos los coches bocinaban. Desde un sexto miré, Y se escapó el sueño, Contemplando la isla, Descubrí tras Torejón, Mostoles y Vikatana, Viviendas sociales más hermosas. Desde un sexto descubrí Un poblado en el corazón de la ciudad, Silencioso y aislado, Tres chabolas en medio de platanares, Entre rios y maleza, Alumbradas con bombillas baratas. El cielo se puso oscuro, La luna y las estrellas se marcharon, Los niños del poblado en la ciudad dormian, Se fue el sueño Me preguntaba si seran felices, Me preguntaba si soy feliz. JM
0 Comentarios
Deja una respuesta. |
Cristian Eteo B."¡Vuestra pluma nos hará libres!" Archivos
Mayo 2020
PoesíaNarrativa |