Déjame entrar, y en tus entrañas morar.
Déjame saborear, que de ti, solo de ti, quiero probar. Déjame perderme en tu mirada, bella esmeralda. Diamante bruto, esperando a ser pulido, Déjame ser tu lapidario, rubí de allende que viene a iluminar mis noches. Déjame… Déjame…. Que no puedo más con estas ganas de poseerte. Egoísta y necio me hago, cuando tu silueta a lo lejos diviso. Déjame ser el Aladino de tu corazón. Cristian Eteo Botau
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Cristian Eteo B."¡Vuestra pluma nos hará libres!" Archivos
Mayo 2020
PoesíaNarrativa |