Dos dioses enemigos rompen el vacío
alzándose en un nuevo amanecer en el pueblo donde los olvidados carniceros ofrecieron sus ritos al viejo dios del mal enfermo, Belcebú, quien príncipe de diablos es; aquel que todo mata y envenena en sus crueles rituales arcaicos; Aquel que con trapos oscuros viste sus conocidos enemigos; Aquel que cada noche duerme embriagado entre timbal y vino; Aquel que mil fantasmas chalados acuden a su cita y ríen generosamente su desgracia; Aquel que cree que el puño vence al verso y la espada a la pluma por su fuerza y dureza; Aquel que con impurezas cobra vidas tristes y amargas entre viejas palabras que renuevan el sabor de su eterna agonía. Luis NSUE MIA
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Cristian Eteo B."¡Vuestra pluma nos hará libres!" Archivos
Mayo 2020
PoesíaNarrativa |