Cuajados mis suspiros languidecen abrazados bajo un árbol se cobijan, desesperados, fundidos en las hojas grises al morir la tarde se preguntan… “¿Por qué te quise?”. Consolados, lejos de tu recuerdo florecen las flores que fueron marchitas Y otra vez fundidas en las hojas grises Al morir la tarde se preguntan… “¿Por qué no me quisiste?”
Idalina
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Sin ser lesbiana, gay ni transexual,
Desde mi condición de heterosexual, Y adoradora del sexo opuesto, Me he tomado la libertad: De llorar por los diferentes a mí. No lloro por su condición, Dudo mucho que esté lamentado por un castigo divino, Tampoco lloro por envidia o aversión; Sino por nuestra ignorancia, Por carecer de amor al projimo. Estoy llorando por ser hetero, Por ser del grupo dominante, Y mayoritariamente ignorante. Cada humano es un mundo, Y sus elecciones personales, no deberian costarle lesiones. Forzamos lo extraño pensando en correción, Esclavizamos a los diferentes y decimos "normalizar". Sin ser gay, lesbiana o transexual, He sentido odio hacia la cultura hetero: Transgresora de la libertad al amor. J M E A Sopla deliberadamente, el viento;
pudiente de construir y, destruir, desnudo se ve su intimo ser, con sentido de amor, vacía e inquieta. Abatida por la desilusión, fría por el dolor, hundida en este medio por falta de amor, vivo corazón y muerto del querer, todo cuanto no vive en su vanidad, lo es su ser. A solas en la luna confiesa sus deseos amorosos, plantada sola, flota su amor al aire libre, desea por razones de amar y, callada por razones de sufrir; su voz cálida y sencilla hace callar a los vientos revoltosos. Brillantes sus envolturas como las caras de un diamante, sus hojas lisas deslizan con suavidad las gotas vivas, amada es su simpatía y dulce su cariñosa sonriza, vivos son sus amaneceres, y añorosos sus atardeceres. Los sueños acompañados por la musicalidad de la lluvia, adormecen sus pesadillas con el sin fín de notas, fiel por su hermosura y rica por amar de corazón, no se entrega a nadie si no es amada de todo ser. El sol de cada día es la esperanza de vivir, incapaz de ser arrancada por pioneros, y firme tiene sus raíces en aquel medio espantoso, en noches húmedas siente poder hacerse dividir. Todo cuanto desea es todo cuanto tiene para sí, pese a su condición, sabe quién es y a quién quiere, no se la hace fácil vivir cuando oye hablar de amor, cuanto desea es estar amada por quien no prolongue dolor. Cuán deseo por amor está dispuesta de por vida única por ser suave y plácida de amor en tiempos, que el viento impida amainar con las estaciones su pasivo esperar, el don de ser amada rosa mía es solo por quien logra erradicar tu valor. Ayaba |
Cristian Eteo B."¡Vuestra pluma nos hará libres!" Archivos
Mayo 2020
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