Espantada en mi cama
en una eterna lucha. Prisionera soy de penas que el silencio no puede callar. A oscuras violentos ratos paso por espantosos recuerdos que el olvido no pudo digerir. Pérdida en sentimientos de miedos mi nombre oigo gritar. En mi cuarto la bestia entra, impone y en la cama me fija. Aquel que llamo papá, borracho, llega de un bar. Trece años tengo cumplido; Dice que soy una mujer. Mami sigue en el trabajo y en este instante, tendré que jugar su papel. Entre gritos que el silencio no digiere, trato de sacarle en mí. Amenaza por matarme si una palabra suelto a mamá. Cansada y con el jarrón roto lágrimas empiezo a derramar. Amaña lloraré a solas. En esta noche mi padrastro me mató sin piedad. Pasan horas y amanece, aquel señor cumple su versión. Ahora llora a solas recordando aquellos gritos de auxilio que tantas veces pedí. LUIS NSUE MIA
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Cristian Eteo B."¡Vuestra pluma nos hará libres!" Archivos
Mayo 2020
PoesíaNarrativa |