Cuando en la noche caye la ciudad
y el mal vive su incansable sueño. Mientras la villa queda sin dueño y sus hombres víctimas de maldad que azota dejándolos sin bondad, sin salidas, quitándoles el sueño. Como un viento les quita el empeño, les conduce a la calamidad. Pobre de aquella ciudad que no vive. Pobre de quienes ansían ser libres siendo víctimas del mal que ahí vive. Urbe que fue de gigantes calibres; Ahora están sin quién las motive... Pobre de aquellos que no son libres. Luis NSUE MÍA
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Cristian Eteo B."¡Vuestra pluma nos hará libres!" Archivos
Mayo 2020
PoesíaNarrativa |