Tú, mujer, en tus labios carnosos
(éstos con los que me has besados siempre bajo este cielo estrellado) suena tu voz como un regalo de Navidad llenándome de amor puro. Y en mis brazos con amor y alegría te sujeto ansioso pensando en ti, pensando en el amor que nos une y hoy con la luna como la testigo; declaro lo que siento por ti, mujer. Las puertas de mi corazón para ti siempre estarán abiertas; Mi cuerpo de piel de ébano templo tuyo siempre será. Ahora te escribo estos versos porque te esperé, ansioso, anhelando leer tus letras, anhelante besar tus labios porque tú, mujer, eres la fuente que trae oasis al desierto. Luis NSUE MIA Poesía breve
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Cristian Eteo B."¡Vuestra pluma nos hará libres!" Archivos
Mayo 2020
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