Cuajados mis suspiros languidecen abrazados bajo un árbol se cobijan, desesperados, fundidos en las hojas grises al morir la tarde se preguntan… “¿Por qué te quise?”. Consolados, lejos de tu recuerdo florecen las flores que fueron marchitas Y otra vez fundidas en las hojas grises Al morir la tarde se preguntan… “¿Por qué no me quisiste?”
Idalina
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Cristian Eteo B."¡Vuestra pluma nos hará libres!" Archivos
Mayo 2020
PoesíaNarrativa |